Más de alguna vez te habrás sentido bien con la decisión que tomaste en su momento (colegio, carrera universitaria, pareja, casa/departamento, etc.), incluyendo varios factores que influían (ubicación, costos asociados, comunidad, proyección, etc.) y determinaban la posibilidad de hacer bien las cosas o de equivocarte para luego aprender, en algún momento de esta vida, para llegar a sentir la plenitud de lo que buscamos y que se asociaría con ser felices.
Porque de eso se trata, de atreverse a elegir personalmente entre una u otra alternativa, de "arriesgarse a vivir" (como diría la psicóloga Marcela Lechuga) y de aceptar que nuestras elecciones tendrán obviamente sus repercusiones. Es fundamental que con el paso del tiempo vayamos aprendiendo a conocernos, a ver que nos gusta, que nos mueve (motiva) y apasiona, para que así nuestra toma de decisiones sea lo más alineada a nuestros intereses y formas de ser. Hay quienes buscan sugerirnos y/o creen conocernos lo suficiente como para recomendarnos que elegir, incluso si ni siquiera lo hemos pedido; por eso el aprendizaje personal - ensayo exitoso/erróneo - será fundamental para que logremos esa completitud paralela y posterior a nuestras opciones y actos.
A propósito del tema, ayer fui con mi señora a la celebración de los 20 años del disco "Decisión", del grupo nacional Tiro de Gracia, en donde actualmente y anteriormente han existido separaciones internas y luego reencuentros entre sus integrantes; lo paradójico es que probablemente las decisiones que han tomado como grupo han hecho que al día de hoy sigan existiendo, con lo que eso ha conllevado. Seamos valientes para seguir avanzando en esta vida, y sea cual sea la decisión que tomemos, tengamos la certeza de que cada una de ellas es parte de nuestra historia de vida, que nos pertenece y que nos invita a desafiarnos día a día, momento a momento.
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