Hoy comienza un nuevo fin de semana, que a su vez sería parte del primer mes de cuarentena (obligatoria o voluntaria en algunos casos), y que también podría ser considerado un quizás inesperado comienzo de "todos los días parecieran ser los mismos", cada cual con su afán obviamente. Si bien podría llamarles la atención la baja calidad y/o nitidez de las fotos que seleccioné (entre muchas otras) en esta oportunidad, les cuento que fue intencionalmente pensado en la realidad de la crítica a primeras y prejuiciosa, dejando de lado la posibilidad de centrarnos en el contenido más profundo de esta columna de opinión e invitación.
He(mos) visto que más de alguien siente una incertidumbre de qué va a pasar en distintos ámbitos (economías mundiales, trabajos, viajes, familias, políticas gubernamentales, costumbres, otros), a lo cual les invito a tomar 3 pequeños pasos al respecto. Y el primero es aceptar, que la pandemia tiene diferentes alcances (personales, laborales, familiares, etc.) y que escapó a nuestra voluntad su existencia, enfrentándonos de manera responsable al quedarnos en casa y/o siguiendo la recomendación de personas u organismos expertos en el tema.
En segundo lugar les invito a agradecer, tomando en cuenta que si bien resulta muy difícil hacerlo generalmente nos centraríamos en los aspectos más negativos y/o catastróficos (posibilidad - real y muy probable - de perder la fuente laboral e ingresos, ausencia de contacto social con familiares/amistades, etc.), por sobre los beneficios que esta situación podría conllevar (más tiempo con la familia, disminución en los traslados laborales, aumento de la creatividad producto de la sensación - real también - de la falta de libertad, etc.), haciendo un construcción de pensamientos dirigida intencionalmente a lo propositivo, a lo que suma y/o nos haría bien a nivel emocional, físico y conductual.
Y en tercer lugar, tan importante como las dos anteriores (aceptar y agradecer) estaría la invitación a soñar, a pensar en el mundo en el cual nos gustaría vivir, a reflexionar en cómo nos gustaría relacionarnos con otras personas y con la naturaleza, leyendo entrevistas, reportajes, libros, y/u otros canales de información (películas, documentales, videos, noticieros, podcasts, etc.), con el fin de ir intencionando nuestras conductas - si ya iban en este camino anteriormente mucho mejor - hacia ser grandes y buenos aportes para (toda) la comunidad.
Mucho éxito en conseguir estos 3 pasos, se puede!
Ps. Julio Letelier Monge
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