Uno de los aprendizajes más importantes en esta vida creo que es aprender a hacernos cargo de lo que nos pasa, de nuestros actos, de lo que sentimos y pensamos.
La responsabilidad de lo que ocurriría en la vida y principalmente en nuestras vidas es el tema central. Es fundamental que mientras antes tomemos conciencia sobre nuestras percepciones, pensamientos y sentimientos será más fácil entender que somos las mismas personas quienes debiésemos atribuirnos cada acto, pensamiento y sentimiento como parte de nuestra propia decisión. Es decir, todo lo que nos pase en la vida es producto de lo que nosotros mismos hemos decretado que así sea, lo que conllevaría diferentes emociones (alegría, frustración, orgullo, rabia, felicidad e impotencia, entre otras). Si bien es más fácil externalizar en otros lo que nos pasa regularmente, al aprender a hacernos cargo de nuestras vidas nos comprometemos también con nuestro proyecto de vida, tomando el control de cada situación, de cada momento y de cada emoción respectivamente.
Intentemos poner a prueba esta forma de vivir y decidir ser “yo misma/o” quién asume lo que sentimos, pensamos y actuamos, buscando ser personas más completas y agradecidas de lo que cada día nos otorga como aprendizaje vital.